domingo, 26 de agosto de 2012

SANGRE, DOLOR…AMOR










TÉCNICA: OLEO SOBRE TELA Y GASA
DIMENSIONES: 1.T X 80 CMS








SANGRE, DOLOR…AMOR


La sangre que caía por su brazo, hilvanaba la historia del suceso que sólo instantes atrás le confirmaba que el amor no todo lo puede.
Su rostro bañado en lágrimas que calmaban la ira, esa que amenazaba con empujarlo a correr de forma despavorida.
Bajó a toda velocidad las escalinatas. Paró al pisar el frío pavimento. En esa calle siempre oscura que muchas veces le sirvió de trinchera para ocultar su amor, respiraba hondo. Pensaba en una plegaria que nunca logró aprenderse bien. Dejaba que su ira se diluyera en la confusión de haber destruido a su amor y haberlo hecho eterno a la vez.
La sangre ya empapaba el puño de su camisa blanca. Él sólo atinaba a esconder la prueba del terrible caso que seguramente llenaría portadas y el cual ninguno podía entender. Se enfermó de amor. Dirían todos.
Él también lo creía.
Retomaba su camino esperando llegar a la alejada plaza que con sus enormes árboles los cobijó cuando pudieron dar rienda suelta a su oculto amor.
Sus pasos se entrometían uno sobre otro.
El ser descubierto era lo que menos le preocupaba, pues sólo tenía en mente que debía cumplir su cometido final.
Doblaba en la esquina y de lejos podía divisar las copas de los enorme guardianes de la plaza que tanto añoraba en ese momento.
Agilizó su paso. Cruzó un par de miradas con las personas que pasaban a su lado.
Si le hubiesen pedido recordar el rostro de alguno de ellos, jamás lo podría haber hecho. Estaba pensando en su cometido final. En su meta.
Los brillosos zapatos que le servían para demostrar que no era un simple chico de barrio, parecían no tener el brillo de antaño.
Todo en su ser se veía opaco.
Su pelo no recibía con gratitud el brillo del sol que se empezaba a despedir.
Llegaba al lugar pactado.
En medio de la plaza que fue la cuna de su amor, apoyaba su agotado e histérico cuerpo contra el árbol que todavía guardaba en su vientre las iniciales de su amor y la promesa eterna que le había hecho a ese deseo oculto.
Sólo la risa y el pelo azabache de su amada veía en la distancia.
Con su mano temblorosa sacaba de su bolsillo un arrugado papel y recitaba en voz baja. Parecía ser la sentencia final. El saludo inicial. La despedida a la vez.
Del interior de su chaqueta sacaba un arma de fuego que introducía en su boca. El sabor del metal se confundía con el de la sangre que parecía brotar con anticipación de su mismo cuerpo.
Las lágrimas no paraban. Limpiaban su alma. Liberaban su culpa.
La última frase que alzaba su débil voz mientras su mano ensangrentada dejaba en el piso un cuchillo con la sangre de su amada, apenas podía oírse.
El tiro final.
El cuerpo del joven se demarraba por el tronco del gran árbol y compartía su historia. Una leve sonrisa se dibujaba en su rostro.
Sin vida, el cuerpo quedaba libre de las ataduras.
La sangre de ambos amantes mezclada en la que fue su cuna, hoy se transformaba en su lecho.
El papel en el piso comenzaba a humedecerse en sangre, y sólo se hacía legible la frase, nuestro amor es eterno y en la eternidad seguirá.
Las aves surcaban el cielo luego del estruendo. Una pareja miraba con extrañeza al lugar.
En el café aledaño el silencio recorría las mesas.
Se habían agotado dos vidas.
Se había eternizado el amor.









César B. Fuenzalida (C)
Todos los derechos reservados queda prohibida su reproducción total o parcial de este escrito,por cualquier medio.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Primero que todo, decirle a Macarena que me gustó mucho su cuadro! sobre todo los colores que utilizo. Es uno de los cuadros q más me ha gustado y está muy acorde con el texto.
emmm... César. Tenías razón con eso de que la historia es "ruda" y bastante. Esta vez el amor es algo enfermizo y vaya que sucede a menudo esto, cuando los límites del respeto a la pareja desaparecen. Hay demasiada violencia hoy en día, uno trata de hacerse el tonto con el tema, pero cada día las cosas están peor.
Por lo que veo el arbolito de esa plaza tiene muchas historias ocultas, tanto lindas como tristes.
Me gusto el tema que trataste en esta entrega, esta fuerte, pero deja pensando y reflexionando.
Los felicito a los dos por el lindo trabajo que hacen!.
Cariños! =D

Unknown dijo...

Gracias por tus comentarios..se agradecen las visitas y la difusión! un abrazo!

Judith dijo...

He quedado sin palabras, deja mucho para reflexionar... excelente trabajo de ambos, felicidades!!! Ansiosa por leer la próxima entrega.
Cariños!

HC dijo...

Muy buena la historia, me produjo tristeza, me dejo sin palabras, pero esta narrada de una manera espectacular. y bueno las pinturas como siempre muy buenas y acorde a las historias, Saludosss.

Anónimo dijo...

Pero que hermosa historia! Eres muy bueno en lo que haces! Sigue asi! Bendiciones. Saludos
Ah yo era la que publico anonimo en el anterior texto... Soy vale saludos cesar!
Y otra cosa, hermosos los cuados de macarena tiene un gran talento

Anónimo dijo...

buenisimo me gusto algo enfermiso, pero hasta en la realidad suele pasar! excelente